HELADO DE ACEITE DE OLIVA EXTRA VIRGEN... ¡tal cual!

¿Cómo se os ha quedado el cuerpo? ... Os puedo asegurar que no se os quedará indiferente; para nada.
Aunque parezca una receta arriesgada, el helado de aceite de oliva extra virgen es el postre más delicioso y refrescante que hayas probado hasta ahora. Aunque no es comparable a ningún otro sabor, el helado de aceite de oliva tiene una textura cremosa y es suave al paladar. Su principal componente, el aceite de oliva virgen extra, le aporta un aroma peculiar, lo que le hace un postre fresco y muy sabroso.
Cuanto mejor sea el aceite de oliva virgen extra, mejor será el resultado. La regla siempre es la misma: ¡¡¡a mejor materia prima, mejor resultado!!! No debemos olvidar que ese ingrediente tan nuestro como es el aceite de oliva, tiene infinidad de beneficios si lo incluimos en la dieta y es muy rico en vitaminas.
Esta receta es apta para vegetarianos que tomen en su dieta lácteos y huevos y en cuanto a la nata, se puede sustituir por una nata vegetal perfectamente.
No me alargo más... ¡empecemos!
INGREDIENTES
6 yemas huevo
100 gr. miel abeja (la más pura)
250 ml. leche (la que más os guste: entera, almendras, coco, arroz, soja...)
250 ml. nata para montar
125 ml. aceite oliva extra virgen (AOVE)
PREPARACION
Separa las yemas de huevo y bátelas hasta que espumen.
En una olla a fuego muy lento, añade la leche y la miel hasta que esté completamente integrada.
Luego, agrega la mitad de la preparación anterior a las yemas de huevo batidas. Remueve constantemente para que no se cuaje. Queremos que quede una crema ligera.
Añade el resto de la mezcla y, sin que hierva, con el fuego muy bajo; espera que cuaje.
Cuando esté lista retírala del fuego y déjala enfriar.
Después, incorpora poco a poco la nata y mezcla con movimientos circulares para que no baje su textura.
Añade el ingrediente básico de esta receta: el aceite de oliva extra virgen, poco a poco, también con movimientos circulares.
Coloca la mezcla para el helado en el congelador durante una hora hasta que esté frío, pero aún no congelado.
Cada hora, saca la mezcla y remuévela bien para que no se formen cristales de hielo y el helado esté cremoso. Hazlo unas 3 ó 4 veces.
Antes de degustarlo, agrégale unas gotitas de aceite de oliva extra virgen por encima.
Me encanta acompañarlo con unas rodajas de piña caramelizada.... Mmmmm!!!
Recuerda que el consumo de aceite de oliva traerá a tu cuerpo múltiples beneficios, entre ellos: la disminución de los niveles del colesterol malo o LDL, el control de la hipertensión arterial, la prevención de la diabetes, favorece la función digestiva por tener un suave efecto laxante, reduce la secreción ácida gástrica, protege la memoria, contribuye a una correcta mineralización de los huesos, aumenta la longevidad y/o tiene un alto contenido de antioxidantes fenólicos, como la vitamina E.
A disfrutar.... ¡buen provecho!