PARA MEJORAR TU SALUD...

DUERME BIEN
Si te despiertas por la noche y no vuelves a coger un sueño profundo, intenta limitar la cafeína después de las 15:00 horas. Si necesitas tomar alguna bebida caliente, tómate un té de hierbas. La menta puede ayudarte con la digestión, mientras que el jengibre puede ayudarte con el malestar estomacal e incluso con las náuseas. Simplemente, ten cuidado con los tés de hierbas que contienen teína, como el té verde.
Además, apaga los dispositivos electrónicos a las 21:00 horas, lo que te ayudará a dormir. Muchos estudios han demostrado que mirar pantallas con luz de fondo aumenta el estado de alerta, lo que dificulta conciliar el sueño por las noches.
HIDRATATE
Bebe abundante agua. Lleva una botella de agua, bebe agua tibia (si es más agradable que el agua fría) y bebe un vaso de agua antes de cada comida. Son estrategias para aumentar la ingesta de líquidos.
ALIMENTATE BIEN
Planifica tu desayuno. Un desayuno saludable puede aumentar el estado de alerta por la mañana y reducir los bocadillos durante el día. Incluye alimentos ricos en proteínas en el desayuno (por ejemplo, yogur bajo en lactosa, leche baja en lactosa o un huevo) hará que te sientas más lleno durante más tiempo, ya que las proteínas tienen un efecto saciante en el cuerpo.
Prepara tus almuerzos la noche anterior o levántate un poco más temprano por la mañana para prepararlos. Hacer esto reduce la necesidad de tomar una comida rápida que, a menudo, puede ser menos saludable. Tener tu almuerzo preparado previamente también puede reducir la ansiedad de que te lances a comprar algo de comida preparada.
EJERCICIO
Estírate a lo largo de la jornada laboral. Si estás sentado muchas horas, intenta hacer algunos estiramientos en tu escritorio o por la noche.
Te recomiendo al menos 30 minutos de ejercicio todos los días. Integra el ejercicio en tu vida diaria subiendo las escaleras cuando sea posible; dar una caminata rápida a la hora del almuerzo y no usar transporte para ir de A a B (por ejemplo, caminar o andar en bicicleta en lugar de conducir o tomar el transporte público).
ORGANIZATE
Si tus porciones aumentan, compra platos, cuencos y vasos más pequeños. Esto puede ayudarte a reducir el tamaño de las porciones y reducir la ingesta comidas.
Compra una botella de agua... no cualquier botella de agua. !Compra algo que te inspire a usarlo¡
Prepara pequeños tentempiés y guárdalos en bolsas con cierre hermético del tamaño de una porción. ¡Esto asegurará que cuando te llegue un ataque de hambre, tengas tentempiés saludables a mano para salvar el día!
¡Planifica con anticipación! Prepara tu bolsa de gimnasia la noche anterior y déjala en la puerta. Esto ayudará a reducir las prisas de la mañana y esa excusa adicional de "Olvidé la bolsa" o "No tuve tiempo".